Mantener una conexión con el antiguo alumnado de un colegio como el nuestro, que es Comunidad de Aprendizaje, es esencial para nosotros ya que fortalece los lazos creados durante la etapa educativa. A pesar de que los estudiantes hayan terminado su educación secundaria y hayan seguido caminos diferentes, el vínculo construido perdura en el tiempo.
Mantenemos esta conexión con nuestro antiguo alumnado a través de reuniones periódicas, eventos especiales, y por supuesto a través de su participación en multitud de actividades dentro y fuera del centro. Estos encuentros no solo permiten recordar los momentos compartidos en el colegio, sino que también brindan la oportunidad de apoyarnos mutuamente en el crecimiento personal y profesional de nuestro actual alumnado.
Además, mantener contacto con el antiguo alumnado nos ayuda a fomentar la transmisión de experiencias y conocimientos entre generaciones. Así, se fortalece nuestra Comunidad de Aprendizaje, promoviendo un sentido de pertenencia y continuidad que trasciende las fronteras temporales.
En definitiva, esta conexión es esencial para nuestro centro, ya que nos ayuda a mantener viva la llama del espíritu educativo que tanto nos unió en su paso por nuestra institución.
Siempre formarán parte de nuestras vidas, y nos encanta ver como crecen tanto en lo personal como en lo profesional.
Testimonios
El paso por el colegio Nuestra Señora de Andévalo siempre lo recordaremos como una de las etapas que más nos ha influido en nuestra formación como personas, al haber entrado como niños de 4 años y salir como jóvenes de 16, con todas las vivencias acumuladas en esta pequeña pero acogedora escuela. Siempre reviviremos con cariño el primer día de colegio, nuestros primeros amigos y profesores, nuestras primeras tareas, nuestras primeras carreras por ese patio que, aunque ahora sea diferente al anterior, seguirá siendo el lugar divertido que centenares de niños guardarán en su memoria como el sitio donde forjaron sus primeras amistades.
Al final te sientes identificado en tu vida allá donde vayas con el colegio, porque llegas a ver a los profesores como unos padres a los que puedes contarles tus cosas íntimas y te aconsejarán, porque en definitiva aporta tanto que sin darte cuenta ha creado una base de la que serás algo en un futuro. Me llevo amigos, anécdotas, risas, momentos difíciles y toda la educación que esos profesores me dieron y de lo que ahora soy.
Sin duda los mejores años de mi vida los pasé allí. Entré en el cole a los 8 años a la clase de tercero de primaria, a una clase que ya llevaban juntos desde preescolar y no tuve ningún problema de adaptación, al revés, tanto compañeros como profesores me acogieron rápidamente.
